La Val d’Aran es un valle de valles, entre sus montañas y prados esconde secretos, historias, amantes, gigantes…

Conociendo las montañas altas e inmensas, las cuevas escondidas y bosques frondosos mientras se pasea en familia no es de extrañar: la Val d’Aran es el lugar perfecto donde habitan los gigantes y fantasmas, entre otras criaturas extrañas.

Hace muchos años, cuando los romanos conquistaban la Península Ibérica, consiguieron subir los Pirineos y alcanzar la Val d’Aran. Los vecinos araneses se opusieron a la invasión con las herramientas que poseían, pero los ejércitos romanos eran más fuertes y numerosos que los araneses.

Mandronius, un gigante de tres metros casado con una aranesa que había sido secuestrada, quiso hacer uso de su fuerza y luchar por el pueblo aranés en contra del ejército romano. Mandronius entró en el campamento y se volvió loco, mató a muchísimas personas. Ese no era el Mandronius que los vecinos de Aran conocían. Después de expulsar a los romanos, los vecinos se unieron para matarlo, ya que se había convertido en una amenaza para el pueblo con el que había convivido durante años. Los vecinos cavaron una profunda fosa y le cortaron la cabeza.

Se dice, se especula, que la cabeza del gigante Mandronius se encuentra en la Iglesia de Garós a modo de protección, y que su cueva todavía está visible. ¿Te atrevés a descubrila?

Una de las historias más tristes y bonita a la vez, es la historia de los Amantes de Bausen. Dos jóvenes enamorados quisieron casarse por la iglesia, pero debido a su lejano parentesco, el párroco de Bausen no quiso casarles. Ella, llamada Teresa, con sólo 33 años enfermó y murió. El párroco no accedió a darle la sepultura en el cementerio del pueblo, así que el joven viudo y enamorado junto a los vecinos del pueblo cavaron otra fosa e hicieron un cementerio civil. La tumba se encuentra al inicio de la excursión del Bosque de Carlac, pero a penas unos pocos la conocen… ¿Serás tu quién la descubra?

Más cerca de nuestro rincón de Vida Verneda, en la Ribera de Barradòs, cuentan los ancianos del pueblo que los bosques cercanos al Saut del Pish era el hogar de los Pirineos del Fantasma Dels. Este fantasma tenía una indumentaria haraposa y asustaba a todo aquel que se introducía en su territorio… ¿Quieres saber cómo sigue esta historia? Pregunta el final en Twitter y sigue nuestro blog para conocer la vernadera historia de la Val d’Aran.