Fuente_ Torisme dera Val d’Aran

En ocasiones, improvisar tiene premio, y es que a veces es mejor dejarse llevar y darse un homenaje a uno mismo, u una misma, planificar un viaje con nuestros animales de compañía,sorprender a alguna de nuestras personas especiales, y escapar de la rutina para venir a vernos y descubrir lo mejor de la Val d’Aran en otoño.

Si eres de estas personas: ¡tenemos activados unos descuentos durante todo el mes de septiembre y de octubre, para que reserves un fin de semana en uno de nuestros bungalows de madera! Queremos compartir contigo y con quien tu quieras la experiencia de vivir el otoño en la Val d’Aran, uno de esos momentos en los el día empieza con amanecer multicolor, las laderas de las montañas transmutan a otra nueva paleta de colores y, de nuevo, el día acaba con la hora mágica en la que esta transformación cromática de nuestros picos se une con los atardecer más explosivos del año. ¿Qué más se puede pedir?

Pues aún hay más. Además de este placer visual, en otoño en la Val d’Aran tenemos banda sonora propia, y es la berrea del ciervo. La berrea o brama del ciervo es el momento del periodo de celo, y los machos emiten unos sonidos guturales que retumban entre los bosques. Además, este momento es el que marca el inicio del otoño boreal, y nos acompaña unas pocas semanas.

Es fundamental mantener una distancia prudente ya que hay este ritual de los ciervos únicamente se realiza ene los espacios en los que las hembras pueden beber y alimentarse, y los machos acuden para encontrase con su harén de hembras y hacer que el ciclo natural siga su curso. Si los ciervos, tanto machos como hembras, notan la presencia de personas, este ciclo se rompe. Así que siempre debemos tener en cuenta que no debemos molestar a estos seres ancestrales y tenemos que mantenernos alejados.

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