La noche más corta del año se vive de una manera mágica en la Val d’Aran. Desde tiempos inmemorables, la noche de San Juan es un hito dentro de la vida social aranesa puesto que el solsticio de verano se celebra con ilusión y marca el inicio de la época más trabajosa en las labores del campo.
Siguiendo tradiciones de ritos paganos que celebraban los primeros habitantes de la Val d’Aran, hoy en día todavía dos localidades emulan un rito que lleva celebrándose año tras año en los pueblos de Les y Arties. Se trata de la popular quema del Haro (Taro en Arties).
Esta tradición viene como muchas otras celebradas este día, ligada al fuego, elemento que representa al Sol puesto que es a partir del solsticio de verano cuando el astro rey comienza a perder día tras día presencia y sus horas de luz van menguando poco a poco hasta llegar al solsticio de invierno.
En ambos pueblos, se planta un tronco el día 29 de junio, que se mantendrá en el lugar hasta la llegada de la noche más corta del año. Ese día, sobre las 22:00 horas, se prende fuego al tronco de unos 12 metros, celebrándose la ceremonia de distintas maneras en cada localidad.
En Arties, los vecinos tumban al tronco una vez prendido, y a base de cuerdas y fuerza humana, se va arrastrando en llamas por distintas calles y los habitantes lo saltan emulando los ritos ancestrales en los que se saltaban hogueras para ahuyentar a los malos espíritus y que las cosechas fueran abundantes ese año. La comitiva finaliza el trayecto en casa del alcalde y posteriormente se da inicio a las fiestas de San Juan de Arties.
En Les, la quema del Haro es considerada como la fiesta del fuego, y no es para menos. Lejos de tumbar el tronco, los ciudadanos le prenden fuego plantado, previa actuación de Es Corbilhoèrs de Les (grupo de danzas aranesas) y se prenden las “halhes”, que consisten en una especie de antorchas hechas de corteza de cerezo que se hacen girar describiendo círculos para simular la purificación y lucha contra los malos espíritus.
Desde el año 2015, el Comité Intergubernamental de la Unesco, declaró las fallas del Pirineo como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, incluyendo a ambas celebraciones aranesas.
Cada año, son muchos los visitantes que deciden venir a conocer o revivir una experiencia única en la Val d’Aran en dicha fecha. Si te gustaría venir y vivir una noche de San Juan diferente y llena de magia, en un entorno sin igual, te proponemos que sientas la #VIDAVerneda de primera mano en nuestros bungalows de madera, para que tú y tu familia conozcáis de primera mano una de las jornadas más relevantes dentro de la sociedad y costumbres de la Val d’Aran. ¡Os esperamos!.