La Val d’Aran tiene una magia y belleza propias que la hacen brillar en cualquier época del año. Muchxs la conocen únicamente cuando la nieve tiñe sus montañas de blanco, pero pocos saben el espectacular paisaje que ofrecen éstas cuando, llegado el otoño, sus bosques se visten de una variedad de colores que nos deja sin aliento.
El paisaje otoñal aranés es digno de ser visitado en todos los puntos de este enclave pirenaico, pero hoy os vamos a recomendar algunos de los que consideramos más bellos y a los que acceder sin problema desde Verneda Camping Mountain Resort.
A través de pistas forestales, se nos permite acceder en vehículo al pleno corazón de la Naturaleza. Es el caso, por ejemplo, del Valle de Varradós, que en otoño se ve engalanado por el manto multicolor de los árboles. Para acceder, basta con acercarse al pueblo de Arròs y tomar la pista que bordea el frondoso bosque que precede al Saut deth Pish (el salto de agua más alto de la Val d’Aran). Del emblemático Saut, tomaremos la pista forestal para llegar al cuello de Varradòs, desde el que podremos disfrutar de las vistas a la Maladeta y el Aneto. Si os animáis, podéis continuar la pista, que os llevará hasta el Naut Aran, concretamente a Bagergue (el pueblo aranés más alto habitado).
Otra excursión que no os podéis perder tampoco en otoño, es la mítica Artiga de Lin, muy cerca de nuestras instalaciones, y la cual se presenta espectacular en cualquier estación, pero en otoño nos ofrece una imponente belleza llena de color. Es un lugar de fácil acceso con el coche, y con una buena señalización. Sin embargo a día de hoy se encuentra en obras y la carretera está parcialmente cortada. Para consultar el estado de la pista podéis visitar la página web del Conselh Generau d’Aran.
Por último, uno de los lugares que no os podéis perder en otoño, es el pueblo de Bausen y el bosque de Carlac. Aquí entraréis en contacto con el pasado, recorriendo las calles de uno de los pueblos que mejor conservan la arquitectura propia aranesa, situado en medio de la Naturaleza y con el Bosque de Carlac al lado. Dicho bosque es conocido por su belleza a lo largo del año… ¡Imaginaros en otoño! Perderse bajo su vegetación hará que entremos en una mezcla de sensaciones, entre la tranquilidad del paraje y la excitación de ver con nuestros propios ojos la verdadera belleza del otoño. Es un lugar que no os podéis perder por nada del mundo cuando nos visitéis en otoño.
Estas son tan sólo algunas recomendaciones que os damos para disfrutar de la Madre Naturaleza en el preludio del invierno, aunque nuestrxs informadorxs turísticxs conocen muchos más, y estarán encantadxs de recomendaros más localizaciones para hacer que vuestra escapada otoñal sea inolvidable.