El turismo responsable es una de nuestras grandes pasiones y un aspecto que nos tomamos muy en serio en Verneda Camping Mountain Resort. Aunque aún queda mucho por hacer en cuanto a la responsabilidad ambiental, todo empieza por nosotrxs mismxs y eso ya significa un cambio muy grande en nuestro entorno.
Para nosotrxs, la ecología y el cuidado del medio ambiente son dos aspectos fundamentales que deben estar presentes en todo momento, sobre todo cuando viajamos y
creemos que debería serlo para todxs también, por eso hemos diseñado este manual de comportamiento, con puntos claves y algunos tips para que seáis vuestra mejor versión de un turista eco-responsable.
Ser un turista eco-responsable significa ser consciente de que todas las acciones que realicemos tienen un impacto en la naturaleza y eso se traduce a hacer todo lo posible por cuidar y preservar al máximo los entornos que habitamos.
Viajar y cuidar el medio ambiente sí es posible, todo es cuestión de preparar vuestro viaje con tiempo y seguir nuestras recomendaciones.
Lo primero es asegurarte de encontrar un alquiler vacacional con el mismo estilo eco-responsable.
Esto puede variar según el lugar que visites, pero con una buena búsqueda podréis encontrar un alojamiento que tenga sus propios mecanismos de procesamiento de residuos y reciclaje, que reduzcan el uso de plásticos y que cuenten con acciones reales para ser responsables con el medio ambiente.
Algunas agencias de viajes se preocupan igual que nosotros y cuentan con asesoría para que planees todo viaje alrededor de la responsabilidad ecológica.
Una vez elegido el destino y el alojamiento, hay varias cosas a tener en cuenta.
Apenas os hayáis puestx cómodxs, y te dispongas a comenzar tu viaje, prepara tu equipaje con los esenciales; bolsas de tela o reutilizables para cargar las compras que puedas realizar, tus propios cubiertos, recipientes para la comida, pajita y tu propia botella con agua y una de más por si queréis comprar bebidas en algún establecimiento y así disminuir el uso de plástico.
Recicla todo lo que puedas, separa los residuos y si no encuentras un recipiente cerca para depositar tu basura, llévala contigo hasta encuentres el lugar correcto.
Sabemos que reducir las compras al mínimo mientras viajáis puede ser complicado, pero en ocasiones hacemos compras innecesarias que se pueden omitir.
Si queréis llevar regalos o recuerdos de vuestro viaje o necesitáis realmente comprar algo, visita los mercados locales, allí suelen vender de todo. Desde frutas y verduras orgánicas y de temporada, hasta semillas y granos por la cantidad que desees, ropa de segunda mano, muebles o cualquier otra cosa, apoyar un mercado local no sólo reduce muchos factores contaminantes, también ayuda a la economía local.
Usa el transporte público lo más que puedas.
Viajar en tu coche puede ser más cómodo, pero los niveles de contaminación son mucho mayores, a no ser de que cuentes con uno eléctrico.
Intenta caminar mucho, conoce la zona donde te estás quedando, identifica los establecimientos de interés y las distancias desde tu hospedaje. Busca servicios de bicicletas para desplazarte por tu destino y conocer puntos de interés turístico.
Si buscas actividades diferentes, ponte en contacto con comunidades o grupos locales de personas que promuevan la cultura ecológica.
Muchas veces existen rutas programadas para limpiar la basura de las playas o áreas vulnerables, hacer senderismo, conocer sobre cultivos orgánicos, plantar árboles, hacer barbacoas solares y muchas opciones más, dependiendo del lugar donde te encuentres.
Las comunidades son muy importantes para la difusión de información y la educación de aquellos que quieren hacer un cambio en la sociedad.
Todo comportamiento comienza en casa, así que si ponéis en práctica estos pequeños consejos, seguro los que te rodean se interesarán por replicarlos y así podréis ser todos unos turistas eco-responsables.
Escrito por: Alejandra Marín
Alejandra es poeta de medio tiempo, editora y escritora de tiempo completo, de Medellín, Colombia, enamorada de las grandes ciudades y el caos de Nueva York. Vivió en Guadalajara, México por 8 meses donde publicó su primer poemario y vive actualmente en su ciudad natal.
Cuando Alejandra no está escribiendo para AllTheRooms, se encuentra cantando, leyendo o rodando en su nueva bicicleta por la ciudad, mientras prueba comidas callejeras