1. Recorrer el bosque de Carlac y conocer la historia de los amantes de Bausen.
2. Bajar por el río Garona haciendo rafting.
3. Esquiar en las pistas de Baqueira Beret.
4. Disfrutar de la gastronomía aranesa y sus productos típicos, como la Olha aranesa.
5. Visitar la psicifactoría de Caviar Nacarii en el pueblo de Les.
6. Descubrir los rincones de la Val d’Aran con raquetas, como el Còth de Baretja.
7. Relajarse en las Termas de la Baronía de Les.
8. Conocer uno de los pueblos más antiguos de la Val d’Aran, Montgarri.
9. Perderse por Eth Camin Reiau, el antiguo camino romano que cruza toda la Val d’Aran.
10. Disfrutar de las conferencias, talleres y películas del Festival Pyrenades.
11. Hacer una excursión en caballo por los pueblos del Mitg Aran.
12. Probar los quesos araneses de Tarrau y realizar una visita guiada por sus instalaciones.
13. Ir a Naturaran, el parque de aventuras perfecto para toda la familia.
14. Descubrir una de las maravillas de la Val d’Aran, les Uelhs deth Joeu, en la Artiga de Lin.
15. Admirar la belleza del Aneto desde uno de los miradores más impresionantes en la Val d’Aran, el pueblo de Vilamos.
16. Conocer el patrimonio románico de la Val d’Aran: las iglesias de Arties y Salardú.
17. Descubrir cómo es una típica casa aranera en el ecomuseo de Joanchiquet.
18. Conocer el lado más salvaje de la Val d’Aran con esquís de travesía a través de los itinerarios propuestos por la estación de esquí de Baqueira Beret
19. Dejarse seducir por el silencio de las montañas y las magníficas vistas de ofrece la Bassa d’Oles.
20. ¡Vivir la Vida Verneda!

EXTRA. Volver a la Val d’Aran porque no creemos que os de tiempo a todo 😉